Este 25 de noviembre, debe ser un día de duelo, tal como lo plantean les estudiantes del IDFC de El Bolsón, en una nota donde se nos convoca a dedicar esta jornada a trabajar en las aulas para poner en tensión los discursos discriminatorios y la justificación al avasallamiento de derechos de los pueblos. Continuamos exigiendo justicia para Rafita y por Elias Garay, que lxs responsables ideológicos y políticos de este crimen sean juzgados y condenados a cárcel común y efectiva.
También requerimos el cese de la persecución a quienes luchan por sus derechos ancestrales, que son reconocidos por la Constitución y que, como sociedad debemos defender como un acto de justicia histórica y de reconstrucción de nuestra propia identidad.