Compañero Carlos Fuentealba, ¡Presente!

 

 

Carlos Fuentealba nació y creció en el campo de una familia muy pobre, cerca del lago Lanín, en San Martín de los Andes, a unos 400 kilómetros de Neuquén. Allí cursó la primaria. Terminó sus estudios secundarios en un colegio industrial, se recibió de técnico químico.

Los años siguientes trabajó en un laboratorio, en un supermercado y en una fábrica de jugo mientras viajaba en bicicleta para costearse los estudios, en los años del secundario consiguió un trabajo de administrativo en la Uocra, donde empezó a involucrarse en las luchas por un mejor salario y mejores condiciones de vida, después se recibió de docente y continuó con la militancia.

El 4 de abril de 2007, Carlos tenía 40 años, dos hijas de 10 y 14 y apenas un par de años de docente recibido. Breves años en los que hizo de su entrega un compromiso, sus compañeros y compañeras del secundario de la Cuenca XV, uno de los barrios más pobres del oeste de Neuquén lo eligieron delegado sindical  y sus estudiantes, el año anterior le había dado el premio del "rey del colegio" como mejor profesor. Ese miércoles, Carlos fue con sus compañeros/as a la ruta en cercanías de Arroyito, para seguir la pela en defensa de la escuela pública, por condiciones dignas de enseñar y aprender. Fue fusilado, por la espalda por a manos de un sistema policial represivo, que con absoluta impunidad permitió que el oficial Darío Poblete,  partícipe de represiones en Cutral Có, cuando fuera asesinada Teresa Rodríguez, siguiera en sus filas, portando una arma.

A tres años del asesinato del compañero Carlos, la confirmación de la condena a cadena perpetua del oficial Poblete ha sentado un precedente histórico pero no significa el cierre del caso, pues no habrá justicia para Carlos, hasta tanto no sean juzgados y condenados todos los autores intelectuales de su asesinato. Fundamentalmente, el exgobernador Jorge Sobisch, quien no dudó en dar la orden de reprimir, y luego fue capaz de vanagloriarse de su mano dura, como instrumento de poder para reprimir la protesta social, que refleja los justos reclamos de una comunidad que exige condiciones dignas de trabajo.

1 de abril de 2010

Pedro Bichara, Secretario de Prensa
Marcelo Nervi, Secretario General

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