Cierra el año 2017. Encontramos reflexiones de la Ministra de Educación reconociendo la dificultad del inicio del ciclo escolar, a la vez que la aceptación en nuevas rondas de conversaciones con el gremio y a renglón seguido manifiesta: “Hemos escuchado sus señalamientos y los hemos incorporado a la reglamentación de la Escuela Secundaria”. Recuerdo aún su expresión pública en una radio local al decir “que el gremio por definición tiene posturas conservadoras”. Este gremio, que cumple 44 años si en algo se ha caracterizado es en demostrar que no está sólo para debatir salarios sino para discutir de fondo la política y la legislación educativa. Por ello cuando decimos que la democracia no se dice en teoría, sino que se ejerce, tiene que ver con respetar y escuchar siempre la voz de los estudiantes, de los docentes y de los padres para discutir y debatir en todos los ámbitos como mejoramos entre todos, realmente, la realidad del sistema educativo.
En algo coincidimos siempre con el gobierno actual y los anteriores. Desde el año 1995/96 la escuela secundaria en estructura y en organización curricular ha retrocedido en términos de funcionamiento y de evaluación de estudiantes a la época de la dictadura militar. El gremio que siempre defendió la transformación real exigió respetar el avance del CBU y del CSM (reforma del secundario en 1986).
En el Gobierno primó los gastos y por eso cerró la reforma de ese entonces. Quedó demostrado que el conservador fueron las autoridades. El gremio trabajó a fondo en la transformación propuesta a través de la Resolución 611/06 y logró unificar criterios para poner en marcha un cambio en la escuela Secundaria que venía con serios déficits en su resolución. Logra construir la herramienta a través de la Resolución 235/08, que luego por imperio del Maestro Ministro, Mango, empieza su destrucción al dictar la Resolución N° 278/12 disfrazando la destrucción con “INICIAR el proceso de evaluación participativa con la comunidad en general para definir la función que necesita cumplir la Educación Secundaria en el contexto actual, en base a los mecanismos que se acordarán y comunicarán oportunamente”, según definía el artículo 1° de la misma. Esta segunda instancia cayó y el gremio en su mayoría criticaba esta nada, demostrando una vez más que las autoridades actuaron partidariamente para destruir lo construido por otra conducción gremial. El gremio demostró que los conservadores eran las autoridades.
Cuando en 2016 desde el sindicato se exigía la necesidad de la lectura para debatir en conjunto todos los aspectos de una transformación desde la conformación y el para qué de un comité académico, el proceso de evaluación de estudiantes, las trayectorias escolares reales, el diseño curricular, hasta la estructura de cargos y del propio cargo de trabajo para garantizar estabilidad y continuidad, el presupuesto necesario y suficiente para que no sea una nueva variable de ajuste. Principalmente la información y la lectura para garantizar que todos ingresaran con conocimiento y discusión previa y cuando digo todos, me refiero a padres, estudiantes y docentes.
En el haber se encuentra el avance de la instalación de la Escuela nueva, pero en él debe se encuentran todas las cuestiones que la propia autoridad educacional reconocía en marzo en entrevistas radiales del déficit existente en el conocimiento de todos del significado de la nueva escuela. En él debe nada se dice de la aberrante situación de estudiantes que durante todo el año se retiraban de la Escuela a partir de las 10 y 16 horas aproximadamente por no tener en funcionamiento el cargo de coordinador de políticas estudiantiles, cargo que desde el “conservadurismo” del gremio criticamos y exigíamos su caída por ser un cargo a dedo con cierto tufillo partidario e imposible de poner en práctica.
Llegaron los empujones, las críticas, la necesidad de que nos escucharan y de repente el gobierno se dio cuenta que había que cambiar. Cayó la manera de inscribirse para ser designado por que se dieron cuenta que había mucha gente dolida, además de caer la norma que avalaba el procedimiento que algunos iluminados creían hacer bien y hasta sacaron resoluciones para designar a interinos cuando esa potestad la tienen los supervisores. Cayó el cargo CIPE y apareció el cargo REVE tal como lo decía el sindicato. Los retrógrados y conservadores demostraron que algo de razón les asistía.
Está bueno que las autoridades entiendan que el Sindicato es parte de la discusión educativa y por ello siempre lo planteamos así, a veces nos escuchan y otras no. Ojalá nos escuchen y se den cuenta que, para que las transformaciones tengan éxito de acuerdo a la misma ley 4819 que se la levanta como el gran debate (que no lo fue), se cumpla con la elección del representante padre/madre en el CPE , con la conformación en todas sus representaciones (Docentes, padres y estudiantes) en los Consejos Escolares ya que en estos espacios funcionan como si fueran reinados por que decide uno solo, el coordinador. No permite el debate y la participación. Además, para que todas las escuelas de la Secundaria y de los demás niveles funcionen para garantizar procesos de transformación nadie puede estar por debajo de la línea de pobreza. La nueva Escuela, será nueva definitivamente si hay debate y reconocimiento del otro, no ninguneo y desprecio organizacional.
9 de enero de 2018.
Héctor Roncallo
Ex Secretario General UnTER
Vocal Suplente del actual CDC UnTER.
Jubilado