Según un informe de la ONU “los plaguicidas son catastróficos para el ambiente, la salud y la sociedad”

 

 

Un informe publicado por la ONU en marzo de 2017 desmiente la idea de que los plaguicidas sean necesarios para garantizar la alimentación mundial y advierte sobre las consecuencias catastróficas de uso.

Sostiene, además, que los pesticidas son una amenaza para los Derechos Humanos y que se relacionan con la muerte de unas 200.000 personas cada año. Acusa a los fabricantes de negar daños y recurrir a estrategias de publicidad agresivas y poco éticas

El informe puede descargarse completo aquí (en inglés)

Transcribimos a continuación un artículo de Amado Herrero, publicado por el diario El Mundo el 10 de marzo de 2017.
Original disponible aquí.

Naciones Unidas arremete contra la industria de los pesticidas

Los pesticidas son una "amenaza global contra los Derechos Humanos" responsable de la muerte de 200.000 personas cada año. Así lo afirma un informe presentado el pasado miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, elaborado por la Relatora Especial sobre el Derecho a la Alimentación, Hilal Elver.

El documento critica con dureza a las grandes multinacionales del sector, a las que acusa de "negación sistemática de los daños derivados de estos productos" y de "tácticas de marketing agresivas y poco éticas".

El informe también señala el impacto "catastrófico" de estas sustancias en el medio ambiente, la salud y en el conjunto de la sociedad y reclama un tratado internacional "que regule y elimine el uso de pesticidas peligrosos y avance hacia métodos agrícolas sostenibles". Durante la presentación del texto, Elver calificó de "inaceptable" la utilización de pesticidas industriales "para alimentar a ciertos sectores de la sociedad, poniendo en riesgo a grupos vulnerables".

Aunque las mediciones a nivel internacional en este sentido no son concluyentes, los expertos estiman que la utilización de estas sustancias ha aumentado en las últimas décadas, especialmente en los países más pobres. El informe, elaborado en colaboración con Baskut Tuncak, Relator sobre Productos Tóxicos de la ONU, afirma también que "pese a que los científicos han confirmado los efectos negativos de los pesticidas, demostrar su relación con enfermedades sigue siendo un desafío".

La exposición sostenida a plaguicidas ha sido relacionada con la aparición de cáncer, alzhéimer y párkinson, así como con alteraciones hormonales, trastornos del desarrollo y la esterilidad. Los relatores denuncian que las dificultades para demostrar de forma definitiva esta relación se originan en "la negación sistemática impulsada por la industria de los pesticidas sobre la magnitud y el daño infligido por estos productos químicos, así como en tácticas de marketing poco éticas".

El "mito" de los pesticidas necesarios

Los expertos de la ONU negaron categóricamente la idea de que los pesticidas industriales son necesarios para satisfacer las demandas alimentarias de la población mundial, que a lo largo de las próximas décadas pasará de siete a nueve mil millones de personas. Esta noción, que Elver calificó de "mito" en declaraciones a The Guardian, viene siendo promovida desde las agrupaciones sectoriales de la industria, como Croplife.

Sin embargo, la Relatora recordó que, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción mundial es más que suficiente para alimentar a la población en el futuro. Según la FAO, "la pobreza, la desigualdad y la distribución" son los verdaderos obstáculos.

Por otro lado, los autores señalan que gran parte de los pesticidas se utilizan en el cultivo de materias primas, como la soja y el aceite de palma, no en la producción de los principales cultivos alimentarios. "La verdad es que actualmente los pesticidas se utilizan en todo tipo de cultivos", explica Dave Goulsson, profesor de Biología de la Universidad de Sussex y autor de varios estudios sobre la exposición a pesticidas, "pero en cualquier caso la afirmación de que son necesarios, sencillamente no es cierta".

Influencia de grandes empresas

Los autores apuntan directamente a tres grandes corporaciones que acumulan dos tercios de la producción mundial -Monsanto-Bayer, Syngenta-ChemChina y Dow-Dupont- y denuncian la presión que éstas intentan ejercer en la comunidad científica. Durante la lectura del informe ante el Consejo Elver señaló también "la extraordinaria influencia de estas empresas tanto en instituciones de gobierno como en las agendas regulatorias".

Las asociaciones del sector, por su parte, consideran que el informe no es imparcial. "Es irónico que la Relatora sobre el Derecho a la Alimentación niegue al público el derecho a un análisis objetivo", declara Graeme Taylor, portavoz de European Crop Protection, una de las agrupaciones que representa a estas empresas en Europa. Para Taylor "la lista de referencias del artículo es un manual de investigadores antipesticidas" y considera que el informe ofrece una visión "simplificada".

Regiones como en la Unión Europea la legislación protege a los consumidores -aunque según los expertos no a los trabajadores agrícolas- e impera el "principio de precaución" que obliga a demostrar que un producto es seguro.

El problema, según los relatores, es que las muertes se concentran en países en vías de desarrollo, dónde sólo un 35% de los estados cuenta con alguna regulación e incluso en estas últimas "su aplicación es complicada".

 

 

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