Editorial

Una nueva entrega de nuestro periódico nos permite acercarnos de nuevo para informar las actividades del sindicato en este período, desde la última entrega de «la Escuela en Marcha» a principios de noviembre 2010.

El propósito de estar comunicados e informar en forma general, con la pretensión de llegar a cada escuela de la provincia y a cada docente, nos impulsa a realizar el esfuerzo de sostener la edición y la impresión rápida y económica de este diario. Un instrumento de comunicación que sólo pretende horizontalizar nuestras relaciones, compartiendo toda la información que consideramos importante desde nuestra mirada de conducción del sindicato.

Llegamos al fin de un año cargado de situaciones complejas, que suponemos pueden generar cambios importantes en la vida de nuestro país. Una muerte súbita en el corazón del poder político, como la de Néstor Kirchner; una muerte horrenda producto de la violencia patoteril de las bandas del sindicalismo burocrático, en complicidad (como siempre) de una patronal esclavista, como la de Mariano Ferreyra. Muertes que ya están marcando un panorama nacional muy diferente al que teníamos antes de octubre: un mapa político convulsionado, donde resaltan con fuerza muchas contradicciones, que los grupos de poder en la sociedad irán resolviendo en un sentido de justicia e igualdad o en el sentido contrario, depende quién logre predominar.

En nuestra provincia: primero las muertes de los tres jóvenes de Bariloche a manos de la policía, identificado el autor material en el caso de Diego Bonefoi, pero aún en la nebulosa los asesinos de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas. Cuando la bronca y el dolor todavía eran recientes, nos sorprende el asesinato de Guillermo Trafiñanco, otro pibe, pero de Viedma, con responsable material ya definido. Por supuesto, se habla de accidentes, de poca formación, de sobrecarga y precarias condiciones de trabajo. Pero de lo que hay que hablar es de que existe violencia institucional y que los responsables son quienes hemos expresado que deben ser separados de sus cargos, como el Secretario de Seguridad y Justicia Víctor Cufré y el Ministro de Gobierno, Diego Larreguy. A ellos además les debe llegar la justicia con firmeza.

Vivimos en una provincia donde mientras se aplica esta violencia institucional contra los pibes y jóvenes de los barrios, se criminaliza y persigue las luchas sociales. Mientras se ejecutan los dineros públicos sin presupuesto vigente (por lo tanto sin control) y no porque la Legislatura lo rechaza, nos quieren entusiasmar con espejitos de colores disfrazando una fabulosa entrega de nuestro suelo y agua soberanos a una provincia China, sólo para que algunos cipayos locales hagan un buen negocio concentrado y nos dejen a todos las malas consecuencias de la expoliación de nuestro lugar y nuestra gente.

Frente a todo esto, la docencia y la clase trabajadora tenemos postura, responsabilidades y necesidades como colectivo, expresadas en nuestras banderas de lucha que no son sólo sectoriales, sino que involucran al conjunto del pueblo: todas ellas vinculadas a los derechos sociales que nos corresponden como ciudadanos y ciudadanas y como trabajadoras/es. Por ellas seguimos luchando y en 2011 lo seguiremos haciendo intentando lograr cada vez mayor unidad como colectivo trabajador y como pueblo.

 Luis Giannini, Secretario de Prensa, Comunicación y Cultura