Iniciamos un camino de reconocimiento a la labor de quienes se desempeñan en el cargo Referente Cultural Adulto Sordo. Sostenemos un posicionamiento político claro en relación a los derechos de los estudiantes con los apoyos requeridos para una educación accesible y los derechos laborales necesarios que permitan una inclusión real del cargo a las escuelas al igual que la continuidad en las mismas.
Retomamos el pedido al Ministerio de Educación de avanzar sobre la incorporación del cargo al nomenclador docente, la valoración mediante junta de clasificación, la toma en asamblea pública y el quite de terminalidad.