Hijas del exilio

Laura Carolina, Marta Cristina y Argentina Paula Genga Bottinelli, nacieron en España, durante el exilio de su papá Luis Genga y su mamá Silvia Bottinelli. Compartimos sus testimonios en el marco de los 45 años del golpe genocida. Los textos forman parte de la recopilación de “Hijos del exilio: lo que falta contar de la dictadura”, historias de personas que crecieron o nacieron en el exterior luego de que sus padres/madres fueran obligadxs a abandonar el país por la represión de la Junta Militar impuesta desde el 24 de marzo del 1976.

El relato, además de aportar a la historia y a la construcción de memoria colectiva es relevante porque se relaciona con el sindicato y la educación. En 1974, Luis Genga fue elegido como primer Secretario General de UnTER, Secretario de Cultura de CTERA fundada en 1973, y posterior al golpe designado representante para Relaciones Internacionales con otros sindicatos.

Gral. Roca – Fiske Menuco, 23 de marzo de 2021.

 

María Inés Hernández, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades
Viviana Orellano, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Patricia Ponce, Secretaria Gremial y de Organización
Silvana Inostroza, Secretaria Adjunta
Sandra Schieroni, Secretaria General

 

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Reseña

Somos Laura Carolina, Marta Cristina y Argentina Paula Genga Bottinelli.

Esta breve reseña de nuestra relación con el exilio está escrita por una pero es el relato de tres porque así lo decidimos. Quizás porque es parte de lo que siempre nos enseñaron desde chicas. Ser solidarias, estar juntas ayudar a todxs lxs que podamos, a estar del lado de los derechos SIEMPRE. Nunca fue un mandato explícito, se percibía y se hacía cuerpo en ese departamento de la calle Alcalde Sainz de Baranda 60, 5to b en el centro de Madrid. 

Su ubicación geográfica podía ser en el medio de España pero lo que allí se percibía eran una mezcla de aromas y sabores, lecturas y tonadas, inquietudes y respuestas, que circulaban junto con exiliados latinos trayendo y llevando noticias.

El departamento nunca fue de cinco, era una especie de patria grande trasladada: compañeros, amigos y amigos de amigos o cualquiera que hubiera tenido que cruzar el charco por razones políticas pasaban por allí.

Nuestra mamá Silvia Bottinelli y nuestro papá Luis Genga fueron docentes exiliados políticos en España a partir del 77. Tuvieron la osadía de pensar críticamente, de leer, de cuestionar allí donde creían que se vulneraban derechos. Militar desde la docencia era quizás uno de los pecados más graves para la época, porque enseñar la lucha a favor de la justicia social con un pizarrón y una tiza es peligroso para quienes sostenían lo contrario a partir de la violencia sistemática. Silvia profesora de historia junto con nuestra tía Cristina Bottinelli profesora en psicología se fueron al Sur (Rio Negro-Neuquen) entrelazando sus profesiones con el movimiento de curas tercermundistas. Luis, cordobés recibido de maestro Nacional hizo lo propio para estudiar Literatura en la Universidad del Comahue. Y allí se conocieron. Años mas tarde Luis Genga resultaba electo como Primer Secretario General de la UNTER (Unión de trabajadores de la Educacion de Rio Negro), casi en simultaneo como primer secretario de Cultura de CTERA en creación por aquellos años.  Los tres fueron secuestrados, torturados y posteriormente liberados bajo amenaza de muerte si no se iban. La historia es común para muchos de nosotrxs hijxs del exilio. 

Llegaron en el 77 a Madrid, primero papá, meses más tarde mamá. Y por esos tiempos comienza nuestra historia. Laura nació en el 78, yo (Marta) en el 85 y Paula en el 86.

Nuestra vida en ese período transcurrió en una feria del libro itinerante que recorría pueblos de las costas mediterráneas ofreciendo lecturas a los españoles y turistas.

Volvimos al país el 14/11/92. Casi como un mandato familiar subyacente somos las tres docentes, profesoras de distintas áreas, lugares y niveles. Es parte de la lucha que antes sostuvieron otrxs, que tiene que ser colectiva siempre en pos de LA MEMORIA, LA VERDAD, LA JUSTICIA. Aquí está nuestro aporte dedicado a lxs incansables, imprescindibles de lxs que aún hoy siempre recibimos gestos certeros para ayudarnos a mirar, y no perder el rumbo hacia ese País soñado.