Este 8 de marzo, por quinto año consecutivo mujeres y disidencias paramos todo, para desmontar este sistema patriarcal y machista que nos mata día a día. Un nuevo día de lucha en un mundo atravesado por una pandemia que puso en evidencia las desigualdades y violencias que venimos denunciando sistemáticamente.
En nuestro país, todos los delitos bajaron menos los femicidios. ¡Por ello, el principal reclamo va contra la justicia patriarcal “Basta de femicidios! Basta de medidas cautelares que no sirven y de jueces y fiscales sin visión de género que miran para otro lado. Basta de apañar a policías violentos”.
Es evidente que no alcanzan las medidas preventivas, ni la ampliación de las leyes de protección y acompañamiento mientras persista un sistema judicial, cuyxs funcionarixs carezcan de perspectiva de género, igual que las instituciones policiales.
Por otra parte, la pandemia incrementó las desigualdades, como también evidenció la presencia indispensable de mujeres y disidencias en las tareas de cuidado y la sobrecarga laboral que esto conlleva, en particular quienes trabajan en docencia, salud y actividades reconocidas como indispensables. La caída de la economía en todo el mundo amplió la brecha y el desempleo dejó a miles sin protección.
La Covid 19 desnudó todas las fallas del sistema, en un principio, algunxs con cierta ingenuidad creyó que la sociedad sería capaz de reflexionar sobre esto, para salir mejores. En lo concreto, nada de eso pasó, lo que se incrementaron fueron las características que ya tenía cada unx, por un lado las violencias y el individualismo; por el otro, las redes solidarias de acompañamiento y protección colectiva.
Tuvimos que redoblar los esfuerzos para cuidarnos, en nuestra provincia tampoco alcanzó para salvar a Nahiara de tres años, ni a Guadalupe de 19, tampoco para encontrar a Magdalena. El Estado sigue ausente. Por eso volvemos a las plazas, a las calles, para que no nos sigan asesinando. Para que cada funcionarix que no cumplió con su responsabilidad se haga cargo de su ineficiencia, para que no nos sigan matando.
Lxs trabajadorxs de la educación también tenemos que seguir exigiendo la implementación efectiva de medidas de prevención acompañamiento y protección frente a las violencias. Es urgente repensar la aplicación de los protocolos de actuación, revisar la normativa y los tiempos administrativos para acompañar las denuncias de lxs compañerxs, acorde a la nueva legislación. Como también la formación indispensable para modificar las matrices culturales que siguen naturalizando las violencias en lo cotidiano.
Tenemos absoluta conciencia que los cambios se impulsan desde los espacios colectivos, así logramos hacer Ley el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, ahora debemos seguir atentamente que se cumpla. Continuamos en el mismo camino de lucha, hasta lograr una sociedad más igualitaria, más justa. Porque al silencio no volvemos nunca más.
Villa Regina, 8 de marzo de 2021.
María Inés Hernández, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades
Viviana Orellano, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Patricia Ponce, Secretaria Gremial y de Organización
Silvana Inostroza, Secretaria Adjunta
Sandra Schieroni, Secretaria General