Hace 15 años que desde el Observatorio de Derechos Humanos de Río Negro venimos actuando en la promoción y defensa de los derechos relativos a las infancias, las mujeres y disidencias, el territorio, memoria verdad y justicia, ambiente, contextos de encierro y denunciando diversas prácticas violentas y abusos por parte de las fuerzas de...¿seguridad?.
Hoy, en nuestro aniversario, en medio de una crisis sanitaria, económica, social, ambiental, queremos expresar en primer lugar nuestra preocupación porque las fuerzas de seguridad no logran superar la tradición de violencia que las caracterizó en el siglo XX y que ni siquiera logran reducir los niveles de violencia cuando se les otorga otro rol: el de... ¿cuidarnos? en medio de una pandemia.
Desde que se decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio contamos con casi un centenar de denuncias sobre todo tipo de violencia policial y de otras fuerzas por golpizas, torturas, asesinatos, violaciones y desaparición forzada, hechos en los que han participado policías federales, provinciales, gendarmería, prefectura y servicios penitenciarios. Esto demuestra el resultado de poner en manos de las fuerzas de seguridad, la función de garantizar que se cumplan las medidas de aislamiento. Lamentamos que también en Rio Negro han sucedido estos hechos aberrantes y exigimos que no queden impunes.
Es urgente construir una seguridad más democrática y humanista, como también, concretar la reforma judicial, para que se vele por el cuidado de las personas, especialmente las más vulneradas. Se necesita un cambio cultural que nos introduzca a un nuevo paradigma cuyo eje sea el respeto de la vida en todas sus formas.
Las situaciones de explotación, discriminación y criminalización de la clase trabajadora y otros estratos marginalizados de nuestra sociedad como son el colectivo LGTBIQ+, pueblo mapuche, lxs encarceladxs y otrxs, sostienen una creciente desigualdad. En un país en el que la concentración de riquezas es muy elevada. Durante y después de la pandemia del covid-19, el Estado deberá afrontar grandes inversiones, por eso el impuesto permanente al ingreso de las grandes fortunas es muy importante para avanzar en la justicia social.
La destrucción de la naturaleza que generan el sistema extractivista, el consumo tan elevado, la exclusión social, la creencia de que hay personas desechables, la violencia y el narcotráfico, el sometimiento a las finanzas, la imposibilidad, aún en plena pandemia, de suspender las guerras, los bloqueos y las sanciones impuestas por los poderosos, nos convocan a repensar un mundo diferente centrado en el bien común.
Es hora de que discutamos el conjunto de estructuras e instituciones que conforman el sistema patriarcal y capitalista, desde lo económico, político, social y cultural, las funciones del Estado, la seguridad, la energía... que nos ha hundido en la actual situación de crisis civilizatoria. Es hora de que reconozcamos y valoremos las enseñanzas de los pueblos originarios que invitan a una mirada ecológica integral para construir otro mundo posible.
Gral Roca- Fiske Menuco, 26 de agosto de 2020
Villa Regina, 26 de agosto de 2020.
María Inés Hernández, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades.
Viviana Orellano, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura.
Patricia Ponce, Secretaria Gremial y de Organización.
Silvana Inostroza, Secretaria Adjunta.
Sandra Schieroni, Secretaria General.