El 23 de septiembre de 1947, se promulga en Argentina la Ley 13.010 que instituye el voto femenino, producto de la campaña nacional impulsada por Eva Duarte “Evita” en defensa de los derechos políticos de la mujer y que significó el triunfo de una lucha iniciada a fines del 1800 por mujeres militantes anarquistas y socialistas que encabezaron la disputa por la igualdad política, en una sociedad patriarcal y conservadora.
Como antecedentes más destacados podemos nombrar en 1900 la creación de la Asociación de Universitarias Argentinas, en 1902; la Agrupación femenina sufragista, en 1904 y al año siguiente, el Centro Feminista, la Liga Feminista Nacional de la República Argentina y el Centro Feminista de Libre Pensamiento, organizaciones socialista que reclamaban protección laboral, igualdad ante la ley y el voto femenino.
En 1907, Alicia Moreu de Justo impulsa el Comité Pro Sufragio Femenino y en 1910, junto a feministas socialistas, convoca al Primer Congreso Feminista Internacional de la República Argentina, presidido por Cecilia Grierson. En 1011, Julieta Lanteri decide inscribirse en el padrón municipal y ejercer su derecho a votar, lo que la trasformó en la primera sudamericana en hacerlo.
En 1919 Elvira Rawson, Adelina Di Carlo, Emma Day, y Alfonsina Storni, fundaron la “Asociación Pro Derechos de la Mujer”, que logró la afiliación de once mil mujeres, quienes exigieron la igualdad, crearon el Partido Feminista Nacional y realizaron un simulacro de sufragio, con 19 urnas que superaron todas las expectativas de participación.
En la década del 20, mujeres de Santa Fé y San Juan lograron el derecho a voto municipal y provincial. En 1926, se logra la reforma del Código Civil, pero solo contempla derechos para mujeres casadas en lo civil y comercial y el movimiento sufragista decae, sin embargo en 1930, se crea el Comité Argentino Pro-voto de la Mujer, que sufre las peripecias de no poseer base popular que lo sostenga en el tiempo. A la par, los partidos políticos comenzaron a sumar mujeres, en 1933 se crea la Asociación de Mujeres Radicales; en 1946 la Secretaría Femenina del Partido Laborista, y la Secretaría Femenina de la Unión Cívica Radical
En 1945, hubo un intento desde el gobierno de legitimar el voto femenino La llegada de Eva Duarte a la escena política, fortaleció los reclamos por la igualdad de derechos. Las mujeres, con su liderazgo y en base a las experiencias vividas comenzaron a organizarse en las Unidades Básicas, centros de mujeres de base, en los sectores medios y populares que dieron la disputa cultural, cuando descubrieron que no existía ninguna norma legal que impidiera el voto femenino, predominaba aún la concepción social que veía a las mujeres como dependientes y carentes de criterio propio. Si bien en esa época, también se sumó el estigma social de la oligarquía sobre las clases populares, el 23 de septiembre de 1947, se logró la Ley de voto femenino.
Setenta y un años después de esta victoria de las mujeres, es posible afirmar que se avanzó muchísimos en materia de igualdad de derechos políticos, se multiplica la presencia de mujeres en espacios de poder, incluso fue posible la llegada de una de ellas, Cristina Fernández de Kirchner, a la presidencia en dos oportunidades, por el voto mayoritario. En UnTER, debieron pasar cuarenta años desde su fundación, para que una compañera llegara a la Secretaría General, hecho más que significativo, teniendo en cuenta que el 80% de la base sindical, son afiliadas.
Sin embargo, aún persisten en la práctica, diferentes formas de discriminación, que permiten afirmar que el solo hecho de ocupar un cargo político o sindical, no significa equidad, ni respeto, por el contrario, el costo que pagan algunas compañeras por llegar a los cargos máximos de conducción, es siempre más duro, porque persiste la matriz cultural que, a toda conquista protagonizada por mujeres, le pone el velo de la duda, carga la tintas falazmente emparentando al machismo con el feminismo, mientras se cuestionan los errores, se minimizan los aciertos, con una crítica feroz que rememora los clichés mas comunes del patriarcado que se resiste a caer.
De tantas batallas dadas, emprender una más cada día permite fortalecer el conjunto del movimiento feminista, que se visibilizó en la histórica lucha por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito. La marea verde que colmó las calles de todo el país, es la mejor demostración que todas las luchas dadas fueron semilla que hoy florece sin distinguir edades, clases sociales, creencias religiosas ni partidos políticos. Millones de mujeres empoderadas ya no darán un paso atrás, porque de esta construcción en la disidencia y el pluralismo de voces ya no hay vuelta atrás y celebramos que así sea, porque será la forma de construir la sociedad justa, solidaria y sin exclusión que nos merecemos.
Gral. Roca - Fiske Menuco, 23 de septiembre de 2018.
Viviana Orellano, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Benjamín Catalán, Secretario Gremial y de Organización
Marcelo Nervi, Secretario Adjunto
Patricia Cetera, Secretaria General