La clase trabajadora jubilada de pie y organizada contra el ajuste

 

 

Cada 20 de septiembre celebramos el día de jubilados y jubiladas, en conmemoración de la sanción de la Ley Nº 4349, que reconoció, por primera vez, el beneficio previsional para empleadas y empleados públicos de la Nación y se creó, en 1904, la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones, promulgada por el entonces presidente, Julio Argentino Roca.
 
Aunque resulte paradójico, el reconocimiento jubilatorio surgió durante un gobierno liberal, pero estaba relacionado con la presencia en la Cámara de Senadores y Diputados de representantes del socialismo y también de un criterio economicista que entendía que era menos costoso, garantizar un haber individual, que gastar el erario público en mantener adultos mayores en hospitales y casas de refugio.
 
A partir de luchas sindicales, se fueron ampliando los derechos previsionales, fundamentalmente durante los gobiernos más vinculados a los sectores populares. En la misma medida, otros mandatarios liberales se fueron encargando de transformar a jubilados y jubiladas en variables de ajuste.
 
Este 20 de septiembre, luego de los anuncios del Ministro de Economía, Nicolás Dujovne, no hay casi nada que festejar, frente al recorte y la pérdida del 40% de zona desfavorable, una gran mayoría cobra la jubilación mínima, hoy en $ 8.637, mientras que la canasta básica la duplica; con una obra social vaciada y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad en pleno desguace, parece que ni siquiera es un privilegio estar vivos.
 
Sin embargo, el gobierno se equivoca cuando, creyéndose impune, avanza con el ajuste contra los sectores populares más vulnerables, como son las infancias y adultos/as mayores. El mismo Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braum, deslizó un comentario miserable, al afirmar que jubilados y jubiladas no tendrían capacidad de reacción. Creen erróneamente en el concepto de “clase pasiva”, olvidan que son clase trabajadora jubilada, con la misma capacidad de organización y resistencia que la activa, sumada a la experiencia de muchas batallas conquistadas.
 
Desde UnTER, recordamos en este día a Norma Beatríz Guimil de Plá, militante por los derechos de las/os jubiladas/os. En los nefastos años ‘90 encarnó la forma más genuina de lucha popular. Era una mujer de pueblo en una sociedad patriarcal y machista, la trataron de loca como a las Madres de Plaza de Mayo, intentaron comprar su voluntad con cargos y prebendas; cuando no pudieron no dudaron en perseguirla, golpearla y encarcelarla. Pero Norma Plá no permitió que nada la doblegara. Su ejemplo de resistencia permitió a miles comprender que la jubilación no era una dádiva, sino un derecho conquistado, como lo es el derecho a vivir dignamente la vejez.
 
No olvidamos nunca que somos educadores y educadoras. Ahora fuera de las aulas, nos toca dar, en las calles, nuestra mejor clase.  Nos organizamos para  atravesar nuevos tiempos de resistencias, con la convicción que también es una celebración salir a luchar, porque lo hacemos en defensa de esta y las futuras generaciones. No nos doblegaron los militares genocidas, no nos doblegarán sus cómplices civiles sentados hoy en los ministerios, la clase trabajadora jubilada está de pié y no dará una paso atrás en derechos conquistados.
Gral. Roca - Fiske Menuco, 20 de septiembre de 2018.
 
Sonia Perugini, Secretaria de Retiradas/os y Jubiladas/os
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Benjamín Catalán, Secretario Gremial y de Organización
Marcelo Nervi, Secretario Adjunto
Patricia Cetera, Secretaria General