El 25 de mayo de 1810, el pueblo daba un paso trascendental en su lucha por independizarse del imperio español. Camino iniciado años atrás con la rebelión de Tupac Amaru en el Alto Perú, la rebelión de los esclavos en Haití, que se constituyó en la primera República Negra del Mundo y la primera nación independiente de América Latina y las asonadas de Chuquisaca y La Paz, entre otros movimientos libertarios, cuyos protagonistas fueron lxs excluidxs, que aún cuando fueron reprimidos con dureza, asesinados sus líderes, el espíritu revolucionario se encendió para no apagarse jamás.
La revolución de mayo se fue gestando de rebelión en rebelión, fue pensada y debatida en la jabonería de Vieytes, bajo el influjo de las nuevas ideas impulsadas durante la Revolución Francesa, enmarcadas en la revolución industrial que se aunaron con el pensamiento americano, aunque se pretenda negar, los documentos del momento revelan que existía una forma de entender la realidad mucho más teñida de mestizaje que de pureza europea.
Más allá de la construcción del pasado que quiso inculcarnos la historia oficial, con su puesta en escena de paraguas que ni siquiera existían en esa época, de ciudadanos sobrios, de la pintoresca negrita mazamorrera y el zambo vendedor de velas que marcaron la infancia billikinera de muchxs, mayo de 1810 fue agitado, controvertido y atravesado, en ese mismo momento, por dos propuestas de país que comenzaron la compulsa por el poder.
Difícilmente, en los debates del Cabildo Abierto, los oradores a favor de la secesión, se hayan sentido acongojados por separarse de España, los que si lo estaban son los antecesores de los que hoy se encuentran en el gobierno, que lograban pingües ganancias con la venta de esclavos, la explotación laboral y la importación de materias primas. Cuando vieron que difícilmente podrían sostenerse junto a España, no dudaron en impulsar negocios con el Imperio Inglés, ya algo había logrado rapiñar, durante la avanzada británica durante las invasiones que fueran repelidas, también, por los sectores populares que pusieron el cuerpo y la vida en esas heroicas jornadas.
En nuestro país la lucha por el poder, siempre ha venido acompañada por la construcción del relato de los acontecimientos, que la mayoría de las veces se construyó con las voces de los poderosos, que se ocuparon en desvirtuar las verdaderas razones de las luchas populares para justificar sus atrocidades. Por ello, Mariano Moreno creó la Gazeta de Buenos Ayres, para ser la voz de los silenciados, para que el pueblo se apropiara de la política como herramienta para la liberación.
Lamentablemente cipayos existieron siempre, y fueron los encargados de la realizar el trabajo sucio para los imperios, de realizar la limpieza física e ideológica necesaria para que las mayorías aceptaran la entrega de su destino a los buitres de ocasión. Ya lo decía Juan José Castelli: "Ningún tirano haría progresos si no hubieren malvados que conducidos por el egoísmo y arrastrados por el torrente de la pasiones antisociales, no sirviesen de apoyo al trono erigido por los déspotas entre las ruinas de la virtud y derechos más augustos del hombre ".
Consciente de esta realidad, durante más de doscientos años, el pueblo argentino fue creando sus propias estrategias. A fuerza de coraje y convicciones, logró sostener en pie la memoria, conquistó derechos y resiste frente a los embates de la derecha reaccionaria, que durante el siglo pasado usurpó el gobierno con las botas y cuando parecía derrotada, logró reconvertirse y llegar al poder con los votos.
Este 25 de mayo nos encuentra, una vez más, combatiendo al capital y sus esbirros, cómodamente sentados en los ministerios, cuyo vocero, es un presidente que ni siquiera puede jurar por la Patria, tal vez porque no tenga en claro, el significado de esta palabra. Lo que si tiene en claro, es que vino a concretar sus negocios, apura la entrega del país al FMI, y a sus socios. Frente a esto, la vigencia del Programa del 1° de Mayo de 1968, es indiscutible. Hoy más que nunca “Solo el pueblo, salvará al pueblo”
Con esta convicción, lxs trabajadorxs de la educación, tomamos las calles el pasado 23 de mayo, fuimos cientos de miles frente al Cabildo. Con la plena convicción que las rebeliones se van gestando desde abajo, por más que los medios hegemónicos intenten silenciarlas, en todo el país, se fortalecen las luchas en defensa de derechos conquistados. Una vez más, la clase trabajadora se organiza junto a los movimientos sociales, teñidos del color de la América originaria y mestiza, unificamos nuestras luchas, porque no daremos ni un paso atrás en derechos conquistados, en las calles y en las aulas con memoria, transformamos el presente y construimos futuro.
Gral. Roca - Fiske Menuco, 25 de mayo de 2018.
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa Comunicación y Cultura
Benjamín Catalán, Secretario Gremial y de Organización
Marcelo Nervi, Secretario Adjunto
Patricia Cetera, Secretaria General