El grupo Arte y Conciencia de Huergo, dirigido por la docente Marisa Rolo y compuesto en su mayoría por estudiantes secundarios de la localidad organizaron un “Encuentro por la Memoria”, el 3 de julio. Participaron las Madres de Plaza de Mayo filial Neuquén – Alto Valle. Desde el escenario expresaron: “Estamos acá por dos motivos fundamentales, por una parte reconocer y decirles cuánto admiramos su capacidad de plantearse desde la adversidad, desde el dolor...”. “El otro motivo es para rememorar y recordar la lucha de una madre que nació en este pueblo, Cándida García, de la desaparición de esa Madre y a su hijo Carlos Muneta, desaparecido también”.
En el acto, que se realizó en la Escuela Especial Nº 15 de Huergo, se realizó la presentación de libro “Madres 40 años, 30 mil hijos”. Se proyectó un adelanto del documento audiovisual “correspondencia de vida” en homenaje a Cándida García y a Carlos Muneta. El grupo Arte y Conciencia presentó la obra “Está en nosotros”; la música en vivo estuvo a cargo de “Caminantes” y “Tamara Flores” y expusieron acrobacia en telas CAJ del CEM Nº 140.
Desde el Consejo Directivo Central de UnTER participaron de la actividad, Patricia Cetera, Secretaria General; Viviana Orellano, Secretaria de Derechos Humanos, Género e Igualdad de Oportunidades; María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura.
Gral. Roca – Fiske Menuco, 7 de julio de 2017.
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Jorge Carlos Muneta y Cándida García
Jorge Muneta, nació el 26 de agosto de 1950, en Ingeniero Huergo. Fue secuestrado el 12 de enero de 1977 en CABA. Era contador y fue Vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNPBA (Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires). Cándida Garcia, su madre es secuestrada el 13/01/77, junto con Susana Jorgelina Ramus, compañera de Jorge en el departamento de su hijo.
Madres de la Plaza, el pueblo las abraza
Nuestras Madres nos ayudaron a crecer como sociedad, y comprender que no existen las salvaciones individuales, en estas cuatro décadas, hicieron realidad la premisa que escribió Héctor Oesterheld “el verdadero héroe es el héroe colectivo”.
Con obstinada resistencia impidieron el olvido, despertaron conciencias, obligaron a repensar la historia, no solo en nuestro país, sino en cada lugar donde las dictaduras genocidas intentaron destruir a los pueblos.