La última sesión del CPE confirma nuestras presunciones sobre cuáles serán los lineamientos políticos con los que se manejará el gobierno en el 2017: Continuar con el avance unilateral en educación secundaria, desconocer derechos adquiridos y concretar el recorte presupuestario en áreas sensibles para la comunidad.
Lamentamos la deslealtad de quienes gobiernan los destinos de nuestra provincia, que no respetan la palabra dada y avanzan contra la voluntad de las comunidades educativas, sin importarle garantizar el derecho a la educación, la salud y la justicia de nuestro pueblo.
Mientras el gobernador reconoce un déficit de 2200 millones, Educación decide implementar la Nueva Escuela Secundaria que demandará, solo el primer año, un 25% más de presupuesto. Cerrar un año en rojo, con la realidad económica nacional demanda previsibilidad para el próximo ciclo, Weretilneck aspira a que “vuelva el consumo, a que baje la inflación y a que exista más recaudación para volver al equilibrio de las finanzas”, nosotros también. Pero en el plano real y concreto, esto no pasa de la nube de los deseos de fin de año.
La historia provincial nos muestra que en las crisis financieras el recorte siempre comienza y termina en la clase trabajadora. La nueva Escuela demanda más cargos, edificios en condiciones e insumos. Durante el 2016, las escuelas han perdido, en promedio, 10 días de clase por problemas de mantenimiento, sin contar los meses que perdieron estudiantes de las zonas de chacras y parajes de la Línea Sur por no contar con trasporte. Si no tuvieron la capacidad de solucionar los problemas cotidianos este año, es irreal creer que podrán hacer una erogación presupuestaria mayor en el 2017.
Tanto el mandatario como la Ministra de Educación y Derechos Humanos, sostienen un discurso colmado de alusiones al espíritu democrático y el respeto por los intereses de todos y todas, sin embargo, avalan el accionar de sus funcionarios que emiten Resoluciones unilaterales, que en sus considerandos promueven el enfrentamiento entre docentes y allanan el camino al quiebre en las instituciones.
En la reunión del 15 de diciembre, UnTER probó con ejemplos concretos que era inviable la estructura de cargos que proponen, porque dejaría al 30% de las plantas funcionales en la calle. El mismo Weretilneck requirió al Vocal Gubernamental Omar Ribodino explicaciones que no fueron respondidas, con ese criterio el gobernador se comprometió a no impulsar las asambleas en las 93 escuelas secundarias comunes. Al día siguiente se frenó el tratamiento en Legislatura, el proyecto de modificación de la Ley de Educación, primer requisito para avanzar legalmente con los cambios. Diez días después, el Ministerio vuelve a imponer las resoluciones sin cambios, frente a esto, lo único claro es que el gobierno actúa de manera desleal e ilegítima, para lograr sus objetivos sin pensar en el bien común.
En ese mismo encuentro, UnTER expuso la preocupación desde el punto de vista pedagógico. No hay garantías de que las y los estudiantes puedan tener una mayor apropiación de conocimentos con el nuevo esquema curricular, sólo se les garantiza transitar por la escuela de primero a quinto año. Como educadores/as sabemos que no es lo mismo acceder, aprender y egresar, que ingresar pasar y salir del sistema. Defendemos y exigimos que a nuestros estudiantes, a nuestros hijos e hijas se les garantice el derecho social a la educación, por ello no podemos aceptar que se impongan un proyecto de trayectorias escolares sin el acompañamiento pedagógico y presupuestario correspondiente.
No hace falta ser muy leguleyo para comprender que esta Nueva Escuela es un ajuste encubierto, como lo es la propuesta de modificación en la Modalidad de Educación en Contexto de Encierro, si se pasa de 11 materias a 7 espacios curriculares, el resultado siempre es una resta. El minimalismo es útil en decoración de interiores, pero en las escuelas es sinónimo de vaciamiento, no queremos futuras generaciones de egresados/as de escuelas públicas con condena firme de fracaso en el mundo universitario y/o laboral.
Es el presente y el futuro de nuestra provincia lo que está en juego, es la escuela pública la que está en riesgo, es el destino de niñas, niños y jóvenes lo que ponen en la mesa del experimentar. Las y los estudiantes hicieron oir su voz, no quieren ser conejitos de indias de los delirios de nadie. Quieren estudiar y aprender en la escuela pública. Como trabajadores/as queremos enseñar en la escuela pública para construir colectivamente una sociedad más justa y equitativa.
Rechazamos el avance de la patronal que avasalla derechos adquiridos, repudiamos la falta de compromiso con la palabra empeñada del gobernador, su ministra y funcionarios acólitos. Exigimos la No implementación de la nueva escuela secundaria en 2017, en defensa del conjunto por una educación pública y popular que el gobierno tiene la obligación legal y ética de garantizar. Si no hay retroceso por parte de la patronal, tampoco habrá normal inicio del próximo ciclo lectivo.
Gral. Roca-Fiske Menuco, 29 de diciembre de 2016
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura
Benjamín Catalán, Secretario Gremial y de Organización
Marcelo Nervi, Secretario Adjunto
Patricia Cetera, Secretaria General