Producido por Taller Ecologista
Basura Cero es el nombre genérico que reciben los planes adoptados en distintos lugares del mundo, tendientes a disminuir gradualmente la basura que se lleva a disposición final (o incineración), estableciendo metas concretas. Para lograr este objetivo es necesario encarar el problema a través de distintas estrategias, que pasan por la reducción en la generación de residuos, su reutilización y su reciclaje (incluyendo compostaje y biodigestión de residuos orgánicos)
Esto implica modificar los métodos de producción con el fin de reducir la cantidad y peligrosidad de los residuos que se generan, disminuir la utilización de materias primas en esa etapa, y fabricar productos más duraderos, con menos sustancias tóxicas, que permitan una reutilización o reciclado más fácil al final de su vida útil. Desde esta perspectiva, Basura Cero adopta el Principio de Extensión de la Responsabilidad del Productor (ERP), que postula que son los productores quienes tienen que hacerse cargo de los impactos ambientales asociados a sus productos, en todo el ciclo de vida de los mismos; son ellos quienes tienen las herramientas para modificar el diseño de productos para minimizar la generación de residuos y la utilización de sustancias tóxicas en las distintas etapas; y quienes deben asumir los costos que esto implique.
Las ciudades pueden y deben avanzar en planes de gestión de sus residuos orientados por el enfoque de Basura Cero. Sin embargo un abordaje integral de ciertos aspectos requiere de la intervención del Estado Nacional; resulta imprescindible una legislación nacional que incorpore los principios de Extensión de la Responsabilidad del Productor (ERP), tal como leyes que regulen y busquen minimizar la generación de envases, o que obliguen a los fabricantes o importadores a asumir responsabilidades físicas o financieras sobre residuos peligrosos como pilas o residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.