El cambio climático ya está destruyendo la vida y los medios de subsistencia de más de 2,6 millones de personas desplazadas por fenómenos meteorológicos extremos y los cambios en las estaciones. Esta situación todavía va a empeorar.
Las decisiones de París reconocen los retos existentes y hacen avanzar las medidas a escala mundial, pero aun cuando las conclusiones de la Cumbre mencionan como objetivo no superar un límite de 1,5 grado, la capacidad para impulsar la ambición en la escala requerida para estabilizar el planeta sigue pendiente y se deja a las generaciones futuras.
El 90% de la población del mundo desea que se tomen medidas en relación con el clima. Los sindicatos, la sociedad civil, las empresas responsables y los inversores se unieron para pedir un objetivo ambicioso a largo plazo que limite el aumento de la temperatura a 1,5 grado, con un mecanismo de revisión contundente que lo haga posible. Las economías en desarrollo solicitaron la financiación prometida para ayudar en el proceso de mitigación y adaptación. Se pidió a todos los Gobiernos que se respeten los derechos humanos y una transición justa para los trabajadores y sus comunidades.
Los logros de París se ven comprometidos por aquellos países que anteponen la protección de sus intereses nacionales inmediatos a contar con un planeta sostenible y un futuro común.
La CSI había establecido 3 líneas superiores para la Cumbre.
1. Mayor ambición y percatarse del potencial de las medidas climática en lo relativo al empleo
Aun cuando los Gobiernos se comprometieron a conservar la temperatura muy por debajo de una evolución de 2 grados y se mencionó 1,5°C como objetivo ideal, la realización de este compromiso requiere mayor ambición antes de 2020 y la revisión de cada objetivo nacional (y no solamente una evaluación colectiva) antes de que el acuerdo entre en vigor en 2020 – PROPUESTA INSUFICIENTE
2. Cumplir con la financiación prometida para el clima y apoyar a los más vulnerables
Se han puesto sobre la mesa 100 mil millones de dólares estadounidenses anuales con el compromiso de equilibrar la adaptación y la reducción de las emisiones, pero al margen del Acuerdo de París. Este es un precio a pagar muy bajo para salvar a la raza humana – ES DEBIL
3. Comprometerse a asegurar una transición justa para los trabajadores y sus comunidades
Nos enfrentamos a la transformación industrial más grande y más rápida de la historia. Aun cuando se han incluido en el preámbulo una transición justa para los trabajadores y el respeto de los derechos humanos, un número demasiado importante de Gobiernos se negaron a comprometerse con ambos principios en las secciones operativas - UN PRIMER PASO QUE SERA PRECISO CONTINUAR
Sharan Burrow afirma: “La carrera para estabilizar el clima ha comenzado pero, trágicamente, muchos Gobiernos aún carecen de ambición para asegurar la supervivencia de sus pueblos.
Sin embargo, las organizaciones sindicales sabían que la ruta no terminaba en París, sino que pasaba por París, y nuestra determinación para gestionar una transición justa ante la mayor y más rápida transformación industrial en la historia humana es más fuerte que nunca”.
Tras la COP, las organizaciones sindicales exigirán de sus Gobiernos y empleadores un diálogo encaminado a concretar un plan nacional para la reducción del carbono, por la energía limpia y el empleo. Un plan que incluya el compromiso de garantizar una transición justa para todos.
La justicia climática nos obliga a no dejar a nadie atrás en la que hoy se ha convertido en una carrera contra el tiempo.