El legado de Fukushima, cuatro años después

 

 

Por Pablo Palicio Lada, Prensa Mach

Publicado por Movimiento Anti-Nuclear Chubut - MATCH

11 de marzo de 2011 – 11 de marzo de 2015.

La mayor tragedia nuclear de la historia continúa con final incierto. Cuatro años después de la inédita fusión simultánea de tres reactores y el casi colapso de dos piletas de combustible repletas de elementos radioactivos, Japón lucha por tener el control de la tragedia provocada por la industria humana más peligrosa, cara, sucia y letal que hayamos conocido jamás. El objetivo de los japoneses es mostrarle al mundo que la energía nuclear no es tan mala después de todo, y que es posible volver a encender los reactores nucleares apagados en Japón. El gobierno del conservador Shinzo Abe pretende convencer a una desconfiada población de reiniciar el camino nuclear, un suicidio sin dudas para la pequeña isla.

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Hoy Japón es -a la fuerza- un país no nuclear. Sus 48 reactores están apagados. Mientras tanto la incontrolable emisión radioactiva de Fukushima deambulará por el planeta por milenios, provocando mutaciones, enfermedades y muertes. El legado en un listado incompleto y provisorio:

- La explosión inicial fue solo el comienzo de la crisis en marcha.

- 150.000 personas abandonaron sus hogares en la zona de exclusión.

- 200.000 viven en viviendas temporarias Al igual que Pripyat en Chernobyl, Namie, Tomioka e Itate son pueblos y ciudades fantasmagóricas, abandonadas y desiertas.

- Más 300 mil toneladas de agua radioactiva vertidas en los océanos

- Un centenar de diferentes radioisótopos liberados al ambiente. Algunos mantienen su poder letal por días; y otros, por siglos y milenios. Cesio, yodo 131, estroncio 90, plutonio, uranio, gases nobles. Solo en la pileta de combustible hay 10 veces más Cesio 137 que en Chernobyl.

- La millonésima parte de un gramo de plutonio causa cáncer.

- Se estima que el reactor 3 contenía más 300 kg de plutonio.

- El cáncer de tiroides en niños está en aumento, solo en Fukushima se detectaron 100 casos. La tasa anterior de Japón era dos casos cada un millón

- Madres de la región denuncian la aparición de nódulos en sus hijos, erupciones cutáneas, hemorragias nasales, fatiga crónica y disminución de células blancas, ante la indiferencia y el silencio del gobierno.

- Recientemente encontraron cerdos contaminados con cesio

- Peces cercanos a la planta de Fukushima contienen enormes cantidades de radiación

- La exposición a material radioactivo causó mutaciones en mariposas

- La radioactividad de Fukushima alcanzó rápidamente la costa oeste de Estados Unidos

- Una prueba robótica reveló que el núcleo fundido rompió la vasija de contención

- Un acuífero pasa a través del núcleo fundido (fusionado) contaminando el agua subterránea

- La empresa Tepco declaró recientemente que sabe que el combustible fusionó pero nadie lo pudo ver. Entrar a esos recintos cerrados llevaría a la muerte instantánea

- El prestigioso ingeniero nuclear estadounidense Arnie Gundersen demostró -analizando muestras al azar en la ciudad más densamente poblada del mundo- que las mismas serían consideradas desechos radioactivos peligrosos en EEUU. Tokio está contaminada con radioactividad.

- Miles de enormes tanques se abarrotan con agua radioactiva en una carrera sin fin, como si el mito de Sísifo se hubiera hecho realidad en Fukushima

- Las fugas de agua radioactiva son cotidianas, las costuras de los tanques se abren y las mangueras pierden.

- 30 millones de toneladas de desechos radioactivos se acumulan por doquier.

- La democracia en Japón se deterioró con el dictado de una ley de secretos nacionales que puede llevar a la cárcel a quienes divulguen la verdadera situación en Fukushima

- El costo económico de la tragedia nuclear superó varias decenas de miles millones de dólares. La economía nipona tuvo déficit por primera vez en décadas

Lamentablemente Argentina no aprendió la lección de Fukushima. El gobierno nos embarca en una alocada carrera atómica cuando muchos países repiensan su futuro nuclear.

Con una central recientemente inaugurada y el comienzo de las obras de Atucha III en pocos meses, un Fukushima en potencia se erige a 100 kilómetros de Capital Federal.

El potencial de las energías renovables supera con creces a la industria nuclear, invalidando cualquier justificación para sembrar de centrales nucleares nuestro país.

Rechazar la energía nucleoeléctrica es hoy un imperativo ético.

Aprendamos de Fukushima!

¿Nuclear? No, gracias.

Area: 
Departamento Socio-Ambiental Chico Mendes