Publicado por Sustainlabour
El mundo se ha lanzado por una vía insostenible. Un enorme número de trabajadores y trabajadoras se enfrentan a la inseguridad en su trabajo y se registran los mayores niveles de desigualdad de la historia.
La mitad de las familias trabajadoras han experimentado el desempleo o una reducción de la jornada laboral en los últimos dos años, mientras que 1.200 millones de personas subsisten aún en la más extrema pobreza. Los derechos fundamentales a contar con una representación sindical y a la negociación colectiva están viéndose amenazados en muchos países y siendo objeto de ataques directos en otros. Los empleadores intentan incluso socavar el derecho de huelga, poniendo en entredicho décadas de reconocimiento legal de este derecho fundamental en la OIT.
Son demasiados los Gobiernos que no protegen a los trabajadores hoy en día, y que no consiguen construir un futuro sostenible para las futuras generaciones. Catástrofes meteorológicas ocasionadas por el cambio climático están ya cobrándose vidas y arruinando medios de subsistencia, sin embargo los líderes políticos no han sido capaces de reunir el coraje necesario para alcanzar un acuerdo sobre el clima. No habrá empleos en un planeta muerto, pero si los Gobiernos tomasen medidas para reducir la contaminación de las emisiones de carbono y para equipar a las comunidades y las industrias para el desafío climático que nos espera, podrían crearse muchos puestos de trabajo.
El modelo económico global dominante está destruyendo empleo y devastando el planeta. Esto debilita la democracia y socava la justicia para todos. El movimiento sindical internacional es la fuerza más potente capaz de defender la democracia y luchar por la justicia y un futuro sostenible. El 7 de octubre – Jornada Mundial por el Trabajo Decente – sindicatos del mundo entero organizarán mítines, actividades en el lugar de trabajo, acciones públicas y multitud de otros eventos, en apoyo a la justica para los trabajadores y trabajadoras y la justicia climática. Juntos podemos reforzar el poder de los trabajadores y trabajadoras, organizarnos y movilizarnos para pedir cuentas a los políticos y a las empresas, y para transformar el fallido sistema económico actual en uno que aporte prosperidad para todos en un planeta sostenible.