En toda sociedad democrática, las leyes son propuestas, analizadas y debatidas en comisiones ad hoc, donde están presentes las voces de todos los actores involucrados, por consiguiente, y con mayor razón todo lo que involucre a la educación debe seguir el mismo recorrido. La imposición no genera debate sino obediencia, no es ese el objetivo de la educación, entonces no puede ser naturalizada como la forma de actuar desde el Ministerio de Educación y Derechos Humanos.
La presentación de la Resolución 2500/14 del Reglamento General de Escuelas, confirma una vez más la decisión del Ministro Marcelo Mango de actuar de manera unilateral, si bien en las Actas de Comisión de Política Educativa se firmó la necesidad de discutir esta normativa, en ningún momento desde el ministerio se presento al menos, un anteproyecto para su análisis.
Esta Resolución anunciada por el ministro como "la reglamentación más importante de la Ley Orgánica de Educación", pretende regular decisiones tomadas de manera inconsulta, cuestionadas fuertemente no solo por el sindicato, sino por las comunidades educativas y que, en sucesivas reuniones paritarias los funcionarios se comprometieron a revisar, pero nunca discutieron, como por ejemplo la normativa que impide a directivos la suspensión de clases Decreto 652, el cierre o apertura de cargos y la organización de horas libres, Resolución 1185/12, entre otras.
Recordamos como se desarrolló en realidad el pretendido debate para la Ley Orgánica de Educación, primero se repartieron de miles de cuadernillos para ser analizados y debatidos en cuatro horas por jornada en las escuelas, para los y las estudiantes se dispusieron dos horas, imposible creer que ese tiempo se pudo evaluar a fondo una legislación que nos involucra como mínimo para los próximos veinte años. Lo mismo sucedió con las audiencias públicas. Aún así existieron numerosas sugerencias, aportes y rechazos, poco y nada fue tomado en cuenta, fueron al punto que el texto definitivo fue impreso con los mismos errores del borrador, hecho denunciado por el Vocal Gremial Orlando Solaro, que obligó a la reimpresión del texto.
No queremos repetir esta experiencia, porque respetamos las opiniones de las comunidades educativas, y tenemos muy en claro que, en la diversidad es posible pensar que es lo mejor para el conjunto. Exigimos que esta resolución quede sin efecto y se convoque realmente a un amplio debate que permita repensar las necesidades educativas de esta y las próximas generaciones, garantizando los espacios legítimos para la discusión, como una práctica real de la democracia, cualquier acción contraria es mero discurso de realidad virtual para una realidad que necesita recuperar el valor de la circulación de la palabra.
Roca, Fiske Menuco 18 de Julio de 2014.
María Inés Hernández, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura