Recorrer los espacios de la ESMA, encontrar esos silencios que atraviesan nuestra memoria, pensar que a diez cuadras, en 1978 se gritaban los goles del mundial junto a los dictadores, mientras aquí se torturaba, mataba y se hacía de lo siniestro un lugar común, nos abriga la esperanza de que estos recuerdos aporten a la construcción social de nuestro pueblo.
La valorización de los Derechos Humanos como fundamento ético de la política de Estado representa y distingue a la Argentina en el concierto de las naciones del mundo.
El espacio Memoria y DDHH (ex ESMA) ubicado en Ciudad de Buenos Aires, es un lugar de preservación y promoción de los Derechos Humanos en el sitio en que durante la dictadura militar, 1976-1983, funcionó uno de los Centros Clandestinos de Detención, tortura y exterminio más importantes del país, en el que fueron desaparecidas alrededor de cinco mil personas.
El 24 de marzo de 2004, el gobierno Nacional tomó la decisión de desalojar a las Fuerzas Armadas y crear un espacio para la memoria. El 20 de noviembre de 2007 la Nación y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires firmaron el convenio de creación del Ente Público Espacio para la memoria, promoción y defensa de los Derechos Humanos. El 19 de agosto de 2008 con el Decreto Nº 1333 del Poder Ejecutivo Nacional se declaró Monumento Histórico Nacional al edificio que ocupara el ex Casino de oficiales (lugar de detención, tortura y exterminio) y lugar Histórico Nacional al predio y los restantes edificios de la ex ESMA.
El recorrido por el ex Casino de oficiales, con las marcas del horror preservadas, pues aún son materia de prueba en los mega juicios de crímenes de Lesa Humanidad, constituye una vital aproximación a nuestra historia.
Todo lo siniestro está ahí: el sótano, primer lugar de tortura, para luego seguir el recorrido de detenidas y detenidos en el camino a “capucha”, pasando por dos pisos en donde dormían los oficiales del grupo de tareas. “En capucha” se definía el destino final, la mayoría en los vuelos de la muerte, arrojados al Río de la Plata. En ese lugar había un sitio para atender a las parturientas, robar a su bebé y luego matar a su madre. Otro espacio era para clasificar todos los bienes robados a las personas secuestradas. Se instaló un sector de prensa y propaganda para trabajar en las aspiraciones presidenciales del dictador Emilio Eduardo Massera, utilizando mano de obra esclava de algunas detenidas o detenidos.
Las visitas guiadas al predio, los Congresos y los programas educativos lo constituyen en un espacio de intercambio cultural y de debate social sobre el terrorismo de Estado y de reflexión sobre nuestro pasado reciente, camino a través del cual se pretende con Memoria, cambiar el terror por vida.
Del espacio físico al juzgamiento de los hechos
Audiencia del 15 de julio de 2013
El tribunal Oral Federal Nº 5, integrado por los jueces Daniel Obligado, Adriana Pallioti y Leopoldo Bruglia conducen el debate de la causa ESMA III. En este día dio su testimonio Teresa Meschiatti, que fuera secuestrada durante un año en Córdoba. Sus padres, a fines de 1977 son secuestrados y llevados a la ESMA por 48 horas, mientras saqueaban todos los elementos, máquinas y laboratorio del negocio fotográfico que tenía su padre. Por las preguntas del juez, fue notorio que se evidencia otro ejemplo de la rapiña económica utilizada en la ESMA, en este caso para montar un laboratorio fotográfico.
El segundo testimonio fue el de Héctor Juarez, hermano de José, secuestrado y asesinado el 10/12/76, llevado a la ESMA. El testigo llevó fotocopia de un recorte del diario Clarín del 14/12/76 en donde señalaba que cuatro sediciosos cayeron muertos en un enfrentamiento con la policía. Otro buen ejemplo del papel de la prensa cómplice con la dictadura sangrienta.
Desde la UnTER se seguirá apoyando como siempre, el desarrollo de estos juicios y se continuará con el acompañamiento de estudiantes y docentes en las audiencias, porque son actos de justicia que revelan la complicidad civil, empresarial, clerical y judicial con la dictadura.
Buenos Aires, 13 de julio de 2013
Alberto “Cacho” Cacopardo, Secretario de Finanzas UnTER