Compañeras/os queremos compartir con ustedes las imágenes de la entrega de ropa cedida sin cargo a la Obra Social Sindical de la Unión de Trabajadoras/es de la Educación de Río Negro, comprendida en la Resolución Nº 1080/11 de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, para que sea distribuida a las escuelas hogares y residencias de nuestra provincia.
Aceptamos el desafío y la responsabilidad de sumarnos a una tarea que demuestra en los hechos la concepción política y sindical que sostenemos. Concebimos la acción sindical en el marco de un proyecto de sociedad cada vez más justa, democrática y solidaria. Es por ello que entendemos a la educación como un derecho social y a la escuela como un espacio donde se construyan conocimientos y valores sobre la base de una pedagogía de la igualdad, la autonomía, el pensamiento crítico y la defensa de los derechos humanos.
Fue así que desde el mismo momento en que nos informaron que nos donaban la ropa, empezamos un trabajo descomunal para garantizar que la misma llegue a destino. Tuvimos que conseguir un transporte para ir a buscarla a la ciudad de Rosario, luego un lugar donde depositarla, y así empezar una tarea que nos demandó varios meses de trabajo arduo, como por ejemplo la clasificación por talle y números; Trabajo que hacíamos con mucha satisfacción los fines de semana, compartiendo momentos muy gratos entre compañeros/as. Una vez clasificada la ropa, empezamos a preparar los pedidos de las escuelas, según el talle de ropa y número de zapatillas que requerían de acuerdo a su población.
Llegó el día en que teníamos que empezar a repartir, con alegría y satisfacción empezamos a cargar el camión que llevaría la ropa a destino, por fin, emprendíamos un viaje sabiendo lo importante que era para cada institución y para cada niño/niña recibir lo que se había prometido.
Es nuestro deseo compartir anécdotas que vivimos en estos viajes que realizamos. En primer lugar, algo que nos llenó el corazón, era poder ver la alegría y la calidez humana con que nos recibían en cada escuela. Los abrazos, los besos, las manitos tendidas saludándonos, los mates, el pan casero. Son imágenes que jamás nos vamos a borrar de nuestras mentes y que nos quedaron presentes como fotografías que aparecen en cada momento, no importaba quiénes éramos ni a qué color pertenecíamos. Lo que primaba era la calidez, la alegría, el asombro de los ojos inquietos, la visita, la compañía…
Transitando los caminos de nuestra provincia, parajes, pueblos y ciudades como: Jacobacci, Onelli, Comallo, Pilcaniyeu del Limay, Sierra Colorada, Comicó, Treneta, Lipetren Grande, Arroyo Ventana, Paraje Tembrao, Sierra Pailemán, Valcheta, Chipauquil, Mencué, Los Menucos, Conaniyeu, Cerro Alto, Pilquiniyeu del Limay, Laguna Blanca, Mamuel Choique, Anecón Grande, Chaiful, Yaminue, Prahuaniyeu, nos embargó un sentimiento inexplicable cuando nuestras retinas registraron la inmensidad silenciosa de la meseta patagónica. Recorriendo kilómetros y kilómetros, atravesamos, cenizas, vientos, agua nieve, lluvia, polvaredas, pero nada ni nadie detendría nuestra marcha. Solo la imperturbable y bella presencia de algún rincón del paisaje que considerábamos merecedor de la eternidad, nos obligaba a detener la marcha de nuestro vehículo para retratarlo… y de pronto, un oasis en el medio del desierto despertaba nuestras ansias de llegar, contemplar, compartir, escuchar y disfrutar.
Por último, queda por contarles las charlas que mantuvimos con docentes, chicos y chicas de las escuelas. Charlas llenas de esperanzas, sueños, y realidades distintas a las que vivimos día a día en una ciudad, los chicos y las chicas nos contaron sobre las ganas que tienen de continuar sus estudios, pero a la vez nos manifestaron cierto temor, sabedores de las dificultades que tienen que enfrentar para concretarlo. Escuchamos sobre la vida en las escuelas hogares y residencias, sobre sus familias, sus compañeros/as… entre mates y pan casero las charlas se convertían en anécdotas e historias con las cuales podríamos escribir un libro, nosotros nos sentimos privilegiados y agradecíamos poder estar ahí en ese instante y en ese lugar. La brisa fresca y el viento nos acompañó cada jornada, contrariamente a lo que podría pensarse, nos predispuso de la mejor manera para disfrutar de esta experiencia inigualable, como docentes, como compañeros, como seres humanos… compartir dentro de la inmensidad de nuestra provincia con niños y niñas, con adolescentes y jóvenes, con compañeros y compañeras, con docentes y directivos, el entusiasmo por enseñar y aprender, por compartir y recibir, nos llena de alegría y satisfacción.
Queremos agradecer a todas y todos por el trato recibido y les enviamos un caluroso y fraternal abrazo. ¡Gracias!, muchas gracias por permitirnos compartir un momento de sus vidas y como dice la canción “ojalá que volvamos a vernos”…
Gral. Roca - Fiske Menuco, 31 de mayo de 2012
Consejo Directivo Central
Diego Moschen, Secretario de Educación Especial, UnTER
Oscar Muños, Director Escuela de Formación Permanente Rodolfo Walsh, UnTER
Luis Ernesto Rios, Secretario de Acción Social, UnTER